La finalidad en una fotografía gastronómica es centrar el interés y la mirada en nuestro plato... todo lo demás debería pasar a un segundo plano. Pero, para hacer nuestras fotografías nos tenemos que contentar con ese pequeño espacio, junto a una ventana... y muchas veces no podemos elegir el fondo que más nos gustaría... ¡aquí es cuando entra el juego la profundidad de campo!
